La carne de cerdo es más que deliciosa: es una opción inteligente, nutritiva y versátil para todas las etapas de la vida.
No solo es parte esencial de muchas cocinas tradicionales, también se adapta perfectamente a los hábitos de alimentación actuales, que buscan equilibrio, sabor y bienestar.
Elegir carne de cerdo es apostar por la calidad, el sabor de casa y una nutrición completa. Por eso, cada vez personas la prefieren en su mesa y en su parrilla.
Sabor casero que rinde más.
Recomendada por su jugosidad y sabor profundo. Es perfecta para guisos tradicionales, deshebrados y recetas de cocción lenta.
Corte estrella para asar o hornear.
Una de las recomendaciones favoritas para asados. Su textura y sabor la hacen ideal para BBQ y platillos al horno.
Corte magro, suave y versátil.
Se recomienda por su bajo contenido en grasa y su facilidad de preparación. Es ideal para platillos ligeros y saludables.
Usa un termómetro de cocina: 63 °C para cortes magros y 71 °C para piezas más gruesas. Observa el color: debe ser rosado claro. Al presionar, si los jugos son claros y no rosados, está lista. Deja reposar antes de cortar para conservar su jugosidad.
Para lograr carne de cerdo jugosa y con un exterior crujiente, comienza sellando a fuego alto por 2-3 minutos por lado. Luego baja la temperatura y termina la cocción según el corte. Esta técnica ayuda a conservar los jugos sin perder suavidad ni sabor.
No sobre cocines. Usa fuego medio y controla el tiempo. Deja reposar 5-10 min antes de cortar para que los jugos se redistribuyan. Cocinar con tapa o en su propio jugo también ayuda a conservar su humedad.
Cítrico y especias para un toque fresco. BBQ clásico para un sabor dulce y ahumado. Asiático para un perfil dulce-umami. Cada marinado está pensado para realzar el sabor de cortes como lomo, costillas o brochetas de cerdo.
Cuando cortas la carne de cerdo en contra de la fibra, se rompen los tejidos y la textura mejora notablemente. Esta técnica es clave para evitar que el corte quede duro o difícil de masticar. Es ideal aplicarla en piezas como pierna o espaldilla, especialmente si las cocinas al horno o en guiso.
De 30 minutos a 6 horas es lo ideal. Menos de eso aporta poco sabor, más tiempo puede alterar la textura. Usa refrigeración y marina en vidrio o bolsa hermética para mejores resultados.
La carne de cerdo tiene sabor propio y suave, lo que la hace perfecta para absorber sabores y disfrutarse en preparaciones sencillas.
Su textura suave y su buen perfil nutricional la hacen fácil de digerir, incluso para niños y adultos mayores.
Es una excelente fuente de hierro y vitaminas del complejo B, esenciales para el desarrollo infantil.
En México y muchos países está regulado el uso de hormonas, y los animales pasan controles estrictos para garantizar su inocuidad.
Con estándares como el sello TIF, su producción es segura. Solo requiere una cocción adecuada, como cualquier carne.
Gran parte de la grasa que tiene es insaturada. Los cortes como lomo y pierna son magros y bajos en grasa. La carne de cerdo es beneficiosa consumiendose con equilibrio.
Promovemos desde Jalisco el consumo informado y responsable de carne de cerdo, resaltando su valor cultural, nutricional y su importancia en la cocina mexicana.
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